Cultura e historia
La identidad angoleña se desarrolló en la unión de la herencia de los pueblos bantúes (ovimbundo, kimbundo, bacongo, etc.) y la influencia colonial portuguesa.
La era precolonial fue establecida por los reinos del Congo y Ndongo (la legendaria reina Nzinga); hoy en día, su memoria es preservada por el Patrimonio Mundial de Mbanza-Congo.
El portugués se ha convertido en el idioma oficial y de conexión, los umbundos, kimbundo, kikongo viven cerca; el cristianismo se entrelazó con las creencias tradicionales.
Tras la independencia de 1975, el país se vio sacudido por una larga guerra civil, y a partir de 2002 comenzó un período de recuperación, urbanización y auge cultural.
La música es una tarjeta de presentación: la semba y la kizomba marcaron un ritmo de baile suave, y el kuduru trajo una escena de calle vigorosa de Luanda.
En el hogar se encuentra la cocina con funge, moamba de galiña, mufete; en el calendario se encuentran el Carnaval de Luanda, festivales de cine, moda y arte contemporáneo.
Las máscaras y tallas se combinan con el graffiti y la cultura del club, y el contraste de la costa y las mesetas interiores se refleja en disfraces, ornamentaciones y bailes, desde las tradicionales fiestas comunales hasta los espectáculos de la ciudad.