Cultura e historia
Botsuana se formó en una encrucijada de tradiciones de los pueblos tswana, san (bushmen) y kalanga.
La institución clave de la vida comunitaria sigue siendo el kgotla, una asamblea popular donde las decisiones se toman por consenso; el papel de los líderes tradicionales (dikgosi) está consagrado en la cámara Ntlo ya Dikgosi.
Desde su independencia en 1966, el país ha pasado de ser un protectorado pobre a una democracia estable y de riqueza media, gracias en gran parte al descubrimiento de yacimientos de diamantes (Orapa, desde finales de los años 60) y a una gestión ordenada de los recursos.
El paisaje cultural conecta el patrimonio de san con los dibujos rupestres de las colinas de Tsodilo (un sitio de la UNESCO) y la moderna escena urbana de Gaborone: teatro, hip hop/house, arte callejero.
En el hogar se aprecia la setsuana (lengua), la cocina con sesvaa y bogobe, y de los bailes, el setapa y el fatishi.
El turismo y los safaris alrededor del delta de Okavango y Chobe apoyan artesanías y festivales (Maitisong, Dithubaruba, Khawa Dune Challenge), haciendo que la cultura de Botsuana sea reconocible mucho más allá de sus fronteras.