Cultura e historia
El territorio de la actual República Democrática del Congo se formó en la intersección de las rutas comerciales de África Central.
Aquí surgieron influyentes entidades preeuropeas - Louba, Lunda, Cuba, así como las esferas de influencia del pueblo Kngó (Congo) en el oeste; se desarrollaron la metalurgia, la talla en madera, el tejido y los sistemas de parentesco político.
A finales del siglo XIX, el país vivió un período traumático del Estado Libre del Congo y luego se convirtió en el Congo Belga; en 1960 se declaró la independencia.
La historia postcolonial pasó por las figuras de Patrice Lumumba y Joseph Mobutu (época del «Zaire»), los conflictos de la década de 1990-2000 y la posterior recuperación estatal.
El tejido cultural del país es multicapa: el francés oficial coexiste con lingala, swahili, kikongo y tshiluba.
Las máscaras clásicas y los patrones tejidos de Cuba se han convertido en icónicos ejemplos del arte africano.
La música es uno de los principales marcadores de identidad: de Kinshasa salieron la rumba congoleña y los suküs, que influyeron en el sonido del continente; orquestas de baile y escenas callejeras en vivo.
En el hogar se combinan el cristianismo y las creencias tradicionales, los ritos de iniciación, las fiestas colectivas y la tradición oral de los narradores son importantes.
La cocina se apoya en la mandioca, los plátanos plantados y el pescado de río.
A pesar de la urbanización y los desafíos contemporáneos, las prácticas comunitarias de ayuda mutua y el rico patrimonio artístico siguen siendo la base de la identidad cultural de la República Democrática del Congo.