Juegos de azar y casinos en línea en Libia
Libia es uno de los países más cerrados del norte de África en cuanto al juego.
Desde el establecimiento de la legislación islámica tras la revolución de 1969
el juego fue completamente prohibido y declarado incompatible con la moral islámica.
Hoy en Libia, los casinos, loterías, casas de apuestas y juegos en línea están prohibidos por la ley,
y se imponen penas de prisión y multas por participar en juegos de azar.
Sin embargo, a pesar de años de prohibición,
en la era de la tecnología digital y las criptomonedas
en el país ha surgido un sombrío gambling en línea,
al que recurren principalmente los usuarios jóvenes y la diáspora.
Fundamento jurídico-religioso
El Islam es la religión oficial de Libia,
y la sharia (ley islámica) es la fuente de todas las leyes.
La ley fundamental del país prohíbe expresamente cualquier forma de actividad,
contrarios a los principios del Islam.
evite que tengan éxito"
(Sur Al-Maida, Ayats 90-91)
Sobre la base de esta norma, cualquier juego en Libia
se consideran pecado y delito.
Hasta 1969 existían casinos en Trípoli y Bengasi,
dirigido a los turistas extranjeros,
pero con la llegada al poder de Muammar Gadafi
todos los establecimientos de juego han sido cerrados,
y la participación en juegos de azar está penalizada.
Legislación y sanciones
Principales disposiciones:1. Código de Castigo Islámico (basado en la sharia) -
prohíbe el juego, las apuestas y la lotería en cualquier forma.
2. Código Penal de Libia (arts. 318 a 322) -
califica el juego de «acto inmoral».
3. Ley de delitos cibernéticos (2014) -
incluye el gambling en línea en la lista de acciones que «dañan los valores islámicos».
Posibles sanciones:En la práctica, las leyes se aplican de manera desigual
dependiendo de la región y el grado de control de las autoridades locales.
Situación real
Tras la guerra civil y el colapso del poder centralizado
control de Internet y de las actividades privadas.
Esto ha llevado a un aumento del gambling ilegal en línea,
especialmente entre los jóvenes habitantes de Trípoli, Misurata y Bengasi.
Principales tendencias:- Utilizar una VPN para eludir bloqueos (NordVPN, ProtonVPN, ExpressVPN);
- Apuestas en sitios internacionales offshore (1xBet, Stake, BetWinner, BC. Game);
- Cálculos a través de criptomonedas (Bitcoin, Tether, Tron);
- Acceso a través de grupos de Telegram con espejos y «códigos anónimos»;
- Interés por el deporte online, especialmente por apostar por el fútbol y los eSports.
Según el informe de análisis de Africa iGaming Monitor 2024,
unos 120.000 usuarios de Libia visitan mensualmente los sitios de casino offshore,
y el volumen del juego en línea en la sombra se estima en 300 millones de dólares al año.
Control y supervisión
El control de Internet en el país está fragmentado,
dado que Libia está prácticamente dividida en varias zonas políticas:- Libia occidental (Trípoli), bajo el control del Gobierno de Concordia Nacional;
- Libia Oriental (Bengasi) - bajo la administración del Ejército Nacional Libio;
- Las regiones meridionales son zonas de débil presencia estatal.
Cada parte tiene sus propios enfoques para regular Internet,
pero en todas las regiones, el juego sigue prohibido.
Principales órganos de control:- Ministerio del Interior de Libia - Investigación de delitos cibernéticos;
- Ministerio de Comunicaciones e Información - bloqueo de sitios;
- Los comités islámicos locales son la supervisión religiosa y la presión pública.
Sin embargo, la debilidad de la infraestructura y la inestabilidad política
hacen que la supresión total del juego en línea sea imposible.
Gambling en línea y criptomonedas
Debido a la falta de servicios bancarios y sistemas de pago internacionales
(sanciones, bloqueo de Visa y MasterCard)
los habitantes de Libia utilizan activamente criptomonedas.
A través de Binance P2P, OKX y TronLink
los jugadores hacen depósitos en USDT y Bitcoin,
accediendo anónimamente a los casinos offshore.
Las criptomonedas se han convertido en la principal herramienta para eludir las restricciones gubernamentales,
pero utilizarlos con fines de juego
se equipara oficialmente con «actividades financieras ilícitas».
Contexto social y cultural
La sociedad libia es profundamente religiosa y tradicional.
El juego es percibido como un crimen moral y un mal occidental.
Los imanes condenan regularmente el gambling en los sermones,
y la participación en ella puede llevar a la vergüenza social.
Sin embargo, entre los jóvenes (especialmente educados y urbanizados)
la creencia popular es que los juegos en línea no son un pecado,
a menos que violen los derechos de otras personas y estén relacionados con el engaño.
"No podemos abrir un casino aquí, pero el Internet es de todos.
Si pongo un par de dólares en un partido no es pecado, es entretenimiento"
Dimensión económica
Libia tiene abundantes reservas de petróleo,
pero debido a la inestabilidad política y las sanciones, la economía se está degradando.
Las autoridades oficiales no ven el negocio del juego como una fuente de ingresos,
y cualquier intento de discutir la legalización
se perciben como una agresión a los valores islámicos.
Sin embargo, los expertos señalan,
que con la futura estabilización del país
y la creación de «zonas turísticas» en la costa,
es posible un escenario de legalización parcial del gambling para extranjeros,
siguiendo el ejemplo de Egipto o los Emiratos Árabes Unidos.
Perspectivas
No se esperan reformas en el campo del juego en los próximos años.
La prohibición seguirá siendo absoluta,
y el control es rígido, especialmente en las áreas religiosas.
Sin embargo, seguirá existiendo un mercado no oficial en Internet
basado en criptomonedas y VPN.
La legalización sólo es posible en una perspectiva remota
si Libia vuelve a una forma estable de gobierno
y comenzará a desarrollar el turismo como fuente de ingresos.
Libia es un ejemplo de país,
donde la religión y el estado están unidos en la prohibición total del juego.
Cualquier forma de gambling - crimen y pecado,
y los casinos o loterías oficiales no existen.
juego se trasladó a la red, donde VPN y criptomonedas
se han convertido en un nuevo «salón de juegos» para aquellos que buscan el riesgo.
Libia sigue siendo uno de los países más cerrados de la región
en asuntos relacionados con el juego,
pero incluso aquí, los juegos de azar - aunque estén en la sombra - siguen existiendo.