Cultura e historia
En la tradición cultural afgana, el juego (maisir/kimar) está condenado por las normas religiosas, por lo que históricamente no se han desarrollado ni la cultura de los casinos ni las loterías.
La vida de ocio se construye en torno a la familia, las fiestas religiosas, los chaihans y las aficiones populares sin apuestas: backgammon, ajedrez, cartas en formato «amistoso».
El deporte nacional - buzkashi - simboliza la competencia y el prestigio, pero no está relacionado con el betting público.
En los siglos XX-XXI, la agitación política y la migración no cambiaron la norma básica: el azarte como práctica social no recibió aprobación, y cualquier intento de institucionalizarla se topa con la inaceptabilidad jurídica y moral.
El vector común es el mantenimiento de la prohibición y la orientación hacia las formas tradicionales de ocio sin riesgos monetarios.