El futuro de la industria
Hasta 2030, lo más probable es que Bután mantenga un modelo prohibitivo sin casinos terrestres y apuestas en línea.
El énfasis regulatorio pasará a la «higiene digital»: bloqueos de sitios offshore, monitoreo de pagos, campañas educativas y herramientas de autocontrol para los ciudadanos.
Son posibles reformas puntuales fuera del sector del juego -la digitalización de las loterías benéficas y la rendición de cuentas transparente- con un tabú invariable sobre el gambling comercial.
La estrategia turística de «alto valor - bajo volumen» seguirá siendo una alternativa a las «zonas de juego».
Riesgos: la presión del mercado gris en línea y las fugas de pagos fronterizas.
Respuesta: más fuerte KYC/AML, coordinación con bancos y proveedores, y políticas culturales que apoyan los deportes tradicionales y el ocio sin apuesta.
Conclusión básica: las prioridades de la Felicidad Nacional Bruta configuran una trayectoria «anti-gambling» a largo plazo.