Cultura e historia
La cultura del juego camboyano se desarrolló en la intersección de la ética budista theravada (énfasis en la moderación y la responsabilidad) y la experiencia histórica multicapa, desde las loterías coloniales hasta la recuperación del turismo después del conflicto.
En la década de 1990-2000 tomó forma un modelo fronterizo: los casinos de Poipet y Bavet funcionaban como un producto «externo» para los extranjeros, lo que redujo la tensión interna en torno al tema del azarte.
Luego se intensificó la línea urbano-balneario: los complejos en Phnom Penh y Sihanoukville adoptaron los estándares asiáticos de servicio, programas VIP y motivos culturales (apsares, Angkor, Mekong) en el diseño de salones y ranuras.
El discurso público se mantuvo discreto: la prioridad es el orden, el cumplimiento, la protección de los grupos vulnerables.
En 2019-2020, el país abandonó el formato online, destacando una vez más la apuesta por un segmento fuera de línea controlado y un perfil turístico.
Hoy en día, el código cultural de la industria es el carácter «invitado» del casino, el respeto a las normas religiosas, el marketing minimalista y el juego responsable dentro de los resorts integrados.