Cultura e historia
El juego tuvo lugar en la cultura indonesia mucho antes de la aparición de leyes estrictas: los juegos tradicionales de cartas y huesos se usaban en las fiestas y en las comunidades rurales.
Sin embargo, con el fortalecimiento de la identidad islámica y el fortalecimiento del papel de las normas religiosas, los azartes comenzaron a ser vistos como un mal social contrario a los valores morales y espirituales.
Después de la independencia y especialmente a partir de finales del siglo XX, el gobierno pasó a una política de prohibición total, con el apoyo de organizaciones religiosas.
Hoy en día, incluso las formas neutrales de ocio (como el mahjong o el dominó) sólo son permisibles sin apuestas monetarias.
En la conciencia de masas, la idea de jugar con el dinero se asocia con el pecado y los riesgos sociales, que forman un entorno cultural único - religioso-conservador y antipático a cualquier manifestación de gambling.