Economía y estadísticas
El mercado japonés de juegos de azar se basa formalmente en categorías «permitidas» y de hecho se divide en cuatro grandes zonas de ingresos.
El segmento más grande es el pachinko/pachislot: decenas de miles de salones y millones de aparatos proporcionan la mayor parte de los ingresos, aunque la tendencia a largo plazo es el estancamiento gradual debido a la demografía, el endurecimiento de las normas y la competencia con el ocio en teléfonos inteligentes.
El segundo bloque son los sorteos controlados por el estado: carreras de caballos (JRA/NAR), keirin (ruta ciclista), carreras de barcos (kyōtei) y carreras de coches/moto - una fuente estable de contribuciones a presupuestos y fondos, con una creciente proporción de apuestas en línea a través de aplicaciones oficiales.
El tercer pilar son las loterías (takarakuji), tradicionalmente populares e impulsadas por los ayuntamientos.
El cuarto destino son los resorts integrados (IR) con casinos: son megaproyectos de inversión pensados para el turismo, MICE y efecto multiplicador para la economía regional tras el lanzamiento.
La carga impositiva y cuasi fiscal es alta: los operadores pagan tasas y deducciones a fondos fiduciarios, y las ganancias en categorías individuales están sujetas a impuestos en el jugador.
Los canales de venta están cambiando a los digitales: el pago sin efectivo y los servicios móviles están creciendo, aunque el offline sigue dominando.
El perfil de demanda lo forman las audiencias adultas y de edad; las medidas del juego responsable (límites, auto-exclusión, KYC/AML) se refuerzan sucesivamente.
Tendencias clave hasta 2030: descenso moderado del pachinko, crecimiento de los canales online en sorteos legales y loterías, y contribución del IR al turismo, el empleo y las industrias de servicios asociadas.