Cultura e historia
La cultura de juego de Kazajistán pasó de las loterías soviéticas y el ocio limitado a un estallido de «mercado salvaje» en la década de 1990 y su posterior institucionalización.
Desde mediados de la década de 2000, el Estado ha respondido a los riesgos sociales y a la presión urbanística trasladando los casinos a dos zonas especiales, Capchagay (ahora Conaev) y Burabay, lo que ha conformado un modelo de cluster con énfasis en el control y el turismo.
En el hogar masivo persisten los juegos nacionales no de azar (por ejemplo, togyzkumalak), y la actitud de la sociedad hacia las apuestas sigue siendo discreta bajo la influencia de los valores familiares y religiosos.
El resultado es un compromiso entre la demanda de entretenimiento y la responsabilidad: los casinos están en clústeres de resorts, reglas estrictas de acceso y énfasis en la prevención de daños.