Cultura e historia
Kirguistán creció a partir de la civilización nómada de Tian Shan: la yurta, los juegos ecuestres (kok-boru), los berkutches y los ciclos pastorales todavía forman el simbolismo y la vida cotidiana.
El código cultural central sigue siendo la epopeya «Manas», una tradición oral que une las ideas sobre el heroísmo, el género y la tierra.
El Islam sunita se combina con elementos de veneración de la naturaleza y los santuarios de montaña; las fiestas importantes son Nooruz y Kurman ait.
Las artesanías están dominadas por alfombras de fieltro (shyrdak, ala-kiyiz), estampado en la piel, tallado en madera, y en la música se encuentran comusas y tarareas extensas de aytysh.
Las ciudades y mercados (OSH, Bishkek) conservan la ruta de la seda como memoria cultural: el multilingüismo (kirguís y ruso), la mezcla de cocinas (beshbarmak, lagman, plov) y la hospitalidad.
El período soviético trajo la industrialización, el teatro y el cine, y la época post-soviética el resurgimiento de las prácticas nacionales y la marca Issyk-Kul como «mar de montaña».
Desde el 2014, los Juegos Mundiales Internacionales de Nómadas han incrementado el interés por el deporte tradicional y la artesanía, convirtiéndolos en parte de la comercialización cultural moderna del país.