Regulación
Macao opera bajo un modelo de concesión: hay un número limitado de concesiones de casinos (operadores) otorgadas por concurso de tiempo fijo, con KPI rígidos de inversión y turismo.
La supervisión corre a cargo de DICJ (Gaming Inspection and Coordination Bureau): licencias, auditorías, control de AML/KYC y Juego Responsable.
La carga tributaria efectiva se cobra sobre la Renta Bruta de Juego (RGG) más las deducciones específicas obligatorias para programas sociales y culturales.
La ley establece la edad de 21 +, límites en el número de mesas/franjas horarias y normas mínimas de ingresos por unidad de equipo.
El modelo Junket es drástico: prohibición de la participación en los ingresos, requisitos reforzados para los promotores y transparencia en los cálculos.
Para los operadores, es obligatorio un administrador residente local con una proporción sustancial, cumplimiento por diseño, sistema de monitoreo de transacciones y mecánica de autoexclusión/límites.
El regulador vincula la ampliación de concesiones a la diversificación: la inversión en MICE, cultura y proyectos no ligueros se convierten en una condición tan importante como la sostenibilidad financiera.