Cultura e historia
Históricamente, la cultura del juego mongol se ha arraigado en la cotidianidad nómada: las competiciones familiares con huesecillos de podai, diversión de mesa y cartas, y el espíritu de Naadam (lucha, carreras de caballos, tiro con arco) formaron un código competitivo sin azarte comercial.
Durante la era socialista, los juegos monetarios se contenían duramente; después de la década de 1990, hubo intentos limitados de comercializar el ocio en las ciudades.
El consenso público se mantuvo cauteloso: se valoraron el deporte, las tradiciones y las formas familiares de entretenimiento.
La etapa moderna culminó con la prohibición total del juego (fuera de línea y en línea), que consolidó el vector cultural en formatos de ocio comunitarios y sin fines de lucro y distanció la cultura de masas del azar monetario.