Juegos de azar y casinos en Corea del Norte - una industria cerrada bajo control estatal
Corea del Norte es uno de los estados más cerrados del mundo, donde la economía, el espacio de información y la vida cotidiana están totalmente subordinados al control estatal.
El juego, al igual que la mayoría de las formas de negocios privados, está prohibido para los ciudadanos de la República Popular Democrática de Corea, pero está permitido para los extranjeros, bajo la supervisión exclusiva de las autoridades y con el fin de atraer divisas.
Este sistema dual hace que la esfera del juego en Corea del Norte sea única y esté motivada políticamente: dentro del país, el azarte es perseguido, pero para la exportación es bienvenido.
Legislación y actitud del Estado
El juego en la RPDC está prohibido por ley.
Según el Código Penal de Corea del Norte, cualquier forma de gambling se considera un «comportamiento antisocialista», se castiga con prisión y se puede interpretar como un delito contra el Estado.
Sin embargo, el propio Estado controla un pequeño número de zonas de juego para extranjeros que trabajan bajo la administración de ministerios relacionados con la seguridad y el comercio exterior.
Este enfoque permite combinar el rigor ideológico dentro del país y el ingreso de divisas pragmático desde el exterior.
Casinos y áreas de juego para extranjeros
1. Casino Pyongyang (Yanggakdo International Hotel)
El casino más famoso de Corea del Norte se encuentra en Pyongyang, en el Hotel Internacional Yanggakdo, construido en la década de 1990 por una empresa china.
El casino solo funciona para extranjeros - principalmente chinos, empresarios rusos y diplomáticos.
Características:- los propietarios son la empresa china Emperor Group (Hong Kong), que opera a través de una empresa conjunta;
- personal parcialmente chino, parcialmente norcoreano;
- Moneda - Yuan y dólares de los Estados Unidos;
- el acceso de los ciudadanos de la República Popular Democrática de Corea está estrictamente prohibido.
Los jugadores pueden usar máquinas expendedoras, ruleta y juegos de mesa, pero todas las salas están bajo la vigilancia de los servicios secretos.
2. Casino Rason (zona económica especial de Rason)
El segundo sitio conocido es el Rason International Hotel Casino, ubicado en la zona económica especial de Rason, cerca de la frontera con China y Rusia.
Esta región está destinada a operaciones económicas externas y permite formas limitadas de capitalismo.
El casino está dirigido a turistas chinos de la provincia de Jilin y es operado por una empresa privada bajo el control del Ministerio de Seguridad Popular de la RPDC.
Trabaja con yuanes chinos;
Juegos - bacará, ruleta, ranuras;
La actividad está catalogada oficialmente como «servicio turístico».
Rason es la única región de la República Popular Democrática de Corea en la que se permite el uso libre de divisas.
Gambling en línea y ciberactividad
Oficialmente, el gambling en línea en la RPDC está prohibido, pero el país ha sido mencionado repetidamente en investigaciones internacionales relacionadas con las actividades de grupos de hackers involucrados en transacciones financieras ilegales.
Según los informes de la ONU y la inteligencia cibernética de Estados Unidos, empresas de TI norcoreanas y grupos relacionados con el Grupo Lazarus participaron en:- desarrollo de casinos offshore en línea y sitios de apuestas para operadores extranjeros (bajo jurisdicciones extranjeras);
- el blanqueo de los ingresos de las criptomonedas a través de plataformas de juego;
- ataques cibernéticos contra sistemas de pago e intercambios de criptomonedas, incluyendo el uso de cuentas de juego y contratos inteligentes.
Por lo tanto, el Estado utiliza el gambling en línea como una herramienta para los ingresos externos y los flujos de divisas, mientras que dentro del país tales acciones están estrictamente castigadas.
Participación ciudadana y control
Los ciudadanos de Corea del Norte tienen prohibido jugar cualquier tipo de juego, incluyendo:- loterías y apuestas;
- juegos de cartas con dinero;
- participación en casinos o plataformas offshore.
- Arresto y «reeducación» (campos de trabajo);
- confiscación de bienes;
- una posible acusación de «descomposición ideológica».
Sin embargo, según los testimonios de los desertores, en las zonas fronterizas con China (por ejemplo, Chongjin y Hesan) hay clubes de juego ilegales que sirven a comerciantes locales y funcionarios de nivel medio.
Funcionan con el patrocinio de las estructuras locales de seguridad del Estado, que cobran un «impuesto» sobre los beneficios.
Dimensión monetaria y objetivo político
Para Pyongyang, el negocio del juego no es un entretenimiento, sino una herramienta para la supervivencia del régimen.
Con la ayuda de casinos y ciberoperaciones, el país:- atrae divisas (yuan, dólares, euros);
- proporciona ingresos a los servicios de inteligencia y las estructuras del partido;
- Crea cauces para eludir las sanciones internacionales;
- desarrolla la exportación de TI bajo la cobertura de plataformas de entretenimiento.
Los centros de investigación (por ejemplo, el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales de los Estados Unidos) estiman que los ingresos anuales de la República Popular Democrática de Corea procedentes de proyectos extraterritoriales de tecnología de la información pueden oscilar entre 100 y 200 millones de dólares.
Respuesta internacional y sanciones
La ONU, Estados Unidos y la UE han impuesto sanciones repetidas a empresas norcoreanas relacionadas con la ciberactividad en el campo del juego.
En particular, las empresas registradas en Hong Kong y Singapur fueron objeto de sanciones en 2022, a través de las cuales la República Popular Democrática de Corea:- proporcionó servicios de TI para los casinos en línea;
- se dedicó al desarrollo de juegos de azar y contratos inteligentes en plataformas criptográficas;
- realizó una «programación proxy» transfronteriza bajo marcas chinas.
Perspectivas
Corea del Norte no planea legalizar el juego para la población interna.
Sin embargo, puede esperar:- una mayor expansión de los casinos turísticos para extranjeros;
- el desarrollo de ciberoperaciones extraterritoriales bajo el control de los servicios de inteligencia;
- el uso de plataformas criptográficas y proyectos NFT para eludir las sanciones;
- cooperación con operadores chinos y rusos dentro de las zonas de Rason y Pyongyang.
Corea del Norte es un caso único y paradójico en la industria global del juego.
Para el propio pueblo, el azarte es un delito, para los extranjeros es una fuente de ingresos del Estado, y para los servicios de inteligencia es un instrumento financiero a la sombra de las sanciones.
El sector del juego de la RPDC no es una industria del entretenimiento, sino parte de una estrategia de supervivencia estatal que combina operaciones de divisas, turismo y ciberfinanzas.
Así, el «azart» en Corea del Norte no existe en los casinos, sino en el juego económico contra el mundo, donde cada casino es un proyecto político bajo el sello de «secreto».