Casinos terrestres
En la RPDC, los juegos de azar para los ciudadanos están prohibidos, por lo que los casinos terrestres tienden a estar dirigidos exclusivamente a extranjeros y se alojan en hoteles individuales o zonas económicas especiales.
El acceso está estrictamente controlado, se requiere el pasaporte de un huésped extranjero; los cálculos se realizan en moneda extranjera.
El formato son salas compactas con un conjunto básico de juegos (bacará, ruleta, blackjack; limitadas - ranuras/ETG), publicidad mínima y requisitos de comportamiento elevados.
El modelo operativo a menudo se construye a través de joint ventures bajo la supervisión de las administraciones locales; El régimen de funcionamiento es inestable: es posible que se produzcan suspensiones prolongadas debido al régimen fronterizo, las sanciones, las medidas epidemiológicas o el entorno político.
No se pretende la liberalización interna: los objetos son tratados como una fuente puntual de ingresos cambiarios con el máximo nivel de control y opacidad.