Deportes y apuestas
En la RPDC, el deporte cumple una función ideológica y de bienestar: el fútbol, la gimnasia, las artes marciales, los juegos de mesa y las fiestas masivas son populares.
Sin embargo, cualquier apuesta deportiva está prohibida tanto para los ciudadanos como para las organizaciones locales: no hay casas de apuestas legales, sorteos y loterías, tampoco hay apuestas online.
Los sitios turísticos individuales para extranjeros no ofrecen tarifas abiertas; el control de los juegos monetarios es lo más duro posible.
Como resultado, el ecosistema deportivo se construye en torno a una competición sin monetización a través de azartes, y cualquier forma de betting se interpreta como una ofensa.