El futuro de la industria
Singapur se desarrollará bajo el principio de «calidad en lugar de escala».
El regulador mantendrá un modelo rígido con dos resorts integrados que solo permite cambios calibrados en los límites de las mesas/ranuras y los requisitos de licencia.
El enfoque está en el segmento de masas premium, eventos y MICE, así como en las tecnologías de juego responsable: KYC en profundidad, análisis de comportamiento, control de acceso biométrico, cálculos sin efectivo y medidas proactivas de reducción de daños.
Las extensiones de Marina Bay Sands y Resorts World Sentosa estarán ligadas a inversiones no clasificadas (hoteles, entretenimiento, sedes de congresos).
La prohibición de los casinos en línea privados continuará; los productos remotos permanecerán en el perímetro de los operadores estatales.
Los riesgos clave son la competencia de los IR asiáticos, las fluctuaciones de la corriente turística y el aumento de los costos de cumplimiento; la respuesta es una política fiscal y regulatoria estable, una mayor transparencia y una orientación hacia el turismo sostenible.