Tras la reforma de 2017, la industria checa pasó a un modelo transparente con licencia, lo que aceleró el crecimiento del segmento en línea y estabilizó los ingresos de los casinos terrestres.
Los ingresos brutos por juegos se generan a partir de casinos offline, salas de máquinas tragamonedas, loterías y operadores en línea con licencia; la proporción en línea está aumentando debido a la conveniencia y el acceso móvil.
Los impuestos y las tasas se acumulan a través de mecanismos centralizados y se canalizan parcialmente hacia el deporte, la cultura y los programas sociales, así como la infraestructura local.
El mercado crea puestos de trabajo en operaciones, TI y servicios, apoya el tráfico turístico (Praga, resorts, series de poker).
El cumplimiento estricto (KYC/AML), el registro de jugadores excluidos y el control de la publicidad mantienen el volumen de negocios «gris» en un mínimo y aseguran la previsibilidad de los ingresos para el presupuesto.