El futuro de la industria
Estonia entrará en los próximos años en la fase de «regulación inteligente»: énfasis en el juego responsable (límites personales, autoexclusión, desencadenantes de comportamiento proactivo), una verificación más precisa a través de eID/ID móvil y pagos instantáneos.
Se espera un endurecimiento gradual de la publicidad y el contenido para los jóvenes, así como normas uniformes sobre mecánicas de riesgo (como lutbox) y controles de accesibilidad.
El segmento online seguirá creciendo a través de apuestas en vivo, e-sports y UX móvil nativo, y el offline pasará al omnicanal: salas compactas + un único perfil digital del jugador.
Los proveedores invertirán en análisis antifraude y AML, personalización de IA, así como plataformas modulares orientadas a la exportación a la UE.
Para la economía, esto significa una contribución fiscal estable, un aumento del empleo en funciones de tecnología y cumplimiento y la consolidación de Estonia como el eje báltico de iGaming-R & D.