Juegos de azar en la antigua Grecia
La antigua cultura griega dio lugar al ideal olímpico, pero junto con el culto a la competición, también conoció el «juego de la suerte». Las prácticas de juego iban desde los «huesos» de los niños hasta la apuesta por los resultados de las peleas deportivas y animales. Los griegos tuvieron dos inicios contiguos: la agonística (competencia como proeza) y el tuché (suerte ciega). Esto ha dado forma a una particular «economía de azarte» - con apuestas domésticas, críticas morales a los filósofos e intentos periódicos de las autoridades para limitar la fascinación.
1) Instrumentos de azarte: desde astrágalos hasta cubos
Los astragaloas (αστράγαλοι) son «huesos», generalmente espinillas de oveja/cabra, más tarde son contrapartes de bronce/hueso/arcilla. Jugaron, adivinaron y discutieron sobre apuestas menores. Los astragales tienen cuatro caras estables con diferente «valor», por lo que las combinaciones y agilidad de lanzamiento fueron importantes.
Cubos (κύβοι): dados ya uniformes con puntos; puro juego de azar, popular en ciudades y puertos. En torno a los cubos, la reputación de «peligroso azarte», por el que se multó en algunos lugares, también se sumó.
Reglas y apuestas. No existía un sistema universal de normas «europeas»: las diferentes políticas son hábitos diferentes. Apostaron por conchas y dracmas, comida/vino, decoraciones, a veces por un servicio o «honor de ganar» en la compañía.
2) Donde jugaron: simposios, patios, puertos
El simposio -una fiesta masculina con música y conversaciones- dio pie a los juegos de competición: lanzamientos de astragales, mini torneos, a veces apuesta por los resultados del cottab (golpear con vino a la portería).
Patios y calles - jóvenes y niños ejercitaron con astragales; el hecho mismo de jugar no siempre significaba dinero, pero los adultos fácilmente agregaban una apuesta.
Los puertos y mercados son el entorno de mercenarios, marineros y comerciantes, donde los cubos eran especialmente queridos por su sencillez y su apuesta «rápida».
3) Apuesta por el deporte: desde Olimpia hasta peleas de gallos
Los Juegos Panhelénicos (Olímpicos, Piti, Istmo, Nemea) inspiraron apuestas informales entre los espectadores: la victoria del atleta, el resultado de la cinta de correr, el resultado del pancratión.
Los concursos urbanos (agones locales) daban razones para «apoyar a los suyos» - el patriotismo de la polis convertía la apuesta en un ritual social.
Las peleas de gallos (ἀλεκτρωμαχία) son un espectáculo popular en Atenas: apostar por las aves combinaba azarte y «pedagogía del coraje» (así lo justificaban a veces).
Caballo y carro. En medio de la aristocracia y los criadores de caballos, hubo apuestas tras bambalinas para salir, correr y una pareja de carros/caballos - desde el honor del género hasta el dinero.
4) Mitos, dioses y suerte
El origen de los juegos. A los griegos les gustaba explicar manualidades y diversión a través del mito: a Palamed se le atribuía ser el «inventor» de los juegos de dados (junto a los escritos y la cuenta), aunque es una leyenda.
Dioses de la suerte. Por encima del lanzamiento están Tuché (suerte), Hermes (agilidad, astucia), Atenea (habilidad y cálculo). La creencia en el favor de la deidad legitimó el riesgo.
Astragalomancia. Los mismos astragaloas se aplicaban también a las adivinanzas: la combinación caída se interpretaba como un signo a resolver -desde la familia hasta la marcha-.
5) Moral y leyes: prohibiciones que «no impidieron jugar»
Crítica moral. Filósofos y dramaturgos han reprochado el azarte: disipa la mente, arruina la casa, sustituye a aretamb (proeza) por la suerte ciega.
Antecedentes legales. En una serie de políticas, el juego público por dinero era considerado reprobable: multas, expulsión de lugares decentes, restricciones en las fiestas (excepto juegos de rito).
Práctica. A pesar de las prohibiciones, la costumbre es más fuerte que la letra: en simposios, casas particulares y puertos, el juego continuó. Las autoridades han presionado principalmente contra formas escandalosas: fraude, deudas, vandalismo.
6) Geografía social del azarte
Los aristócratas son una competencia «a gran escala» (caballos, carros), pero el juego de dados también formaba parte del ocio.
Los ciudadanos-ciudadanos son cubos y astragaloas en la cotidianidad; apuesta «por las manos» en deportes, peleas de gallos.
Los metiks y los sirvientes esclavos - jugaban a formatos baratos; a veces la apuesta es comida, vino o una pequeña moneda.
Las mujeres - en los vasos de las niñas a menudo se representan con astragales: gimnasia de juego de dedos y agilidad; el juego monetario para las mujeres era menos común y condenado con más fuerza.
7) Técnicas y «metagame»: cómo ganaron
Astragaloi animó la agilidad: un jugador experimentado supo «poner» el hueso con la faceta deseada con más frecuencia que un novato.
¿Los cubos son «puro rand»? No del todo. Había huesos afilados, «calentados» antes del lanzamiento, reemplazos ocultos. El engaño se consideraba una vergüenza, pero se reunía.
El simbolismo de los disparos. Los nombres de combinaciones exitosas/fallidas, amuletos, susurros de fórmulas cortas, creaban un ritual alrededor del riesgo.
8) Economía de las tasas: alcance y efectos
Las dimensiones de las apuestas eran generalmente pequeñas: varias conchas/oboles, dracma - ya «tangible».
Las deudas y las disputas son el principal riesgo social: el perdedor podría caer en la dependencia, hipotecar cosas, estropear las relaciones en las empresas.
Las vacaciones (Διονύσια y otros) relajaron las normas - las apuestas en los juegos y las competiciones fueron percibidas más condescendientes como parte de la «fiesta rampante».
9) Azarte y el deporte: ideal y realidad
El ideal del agón es ganar a través del entrenamiento, la proeza y el honor (la recompensa es la corona, la gloria, a veces son bienes materiales de la polis).
La realidad del espectador - cualquier lucha evoca el deseo de «poner». Las apuestas entre ciudadanos no deshicieron el ideal, sino que dieron nervio a la celebración y «el tipo de cambio por suerte».
10) Legado: lo que de los griegos pasó a más
Lengua y términos: «cubia», «astragal»; de las prácticas griegas - al mundo helenístico y Roma.
La cultura material: hallazgos de astragales y cubos, escenas en jarrones y terracotas, tramas con jugadores... todo esto confirma la masividad del fenómeno.
La idea del equilibrio: el juego como entretenimiento y la medida como virtud es el pensamiento que la antigüedad transmitió a Europa.
Mini glosario
El astrágalo es un «hueso» del tobillo del animal; utilizado en juegos y adivinanzas.
Los cubos son huesos uniformes con puntos; símbolo de «caso puro».
Agon es un concurso (deportes, poesía, música).
Tuché es suerte, fortuna.
Simposio es una fiesta con música y charlas, el núcleo de la cultura urbana masculina.
La alectromaquia son peleas de gallos, un espectáculo popular con apuesta.
Conclusión: el azarte en la antigua Grecia era a la vez un juego de habilidad y azar. Los astragaloes exigían agilidad, los cubos maniatizaban la «pura casualidad», las fiestas deportivas alimentaban la apuesta. Las leyes trataban de mantener la medida, los filósofos - domesticar la pasión, pero la cotidianidad invariablemente devolvía a los griegos a tirar los huesos y discutir sobre el vencedor - como una parte pequeña pero tenaz de su mundo.