Para 2030, el mercado húngaro será cada vez más «online-first»: móvil live-betting, micro-markets y offers personalizados en base de datos e IA.
El enfoque regulatorio cambiará a la protección proactiva de los jugadores: registros únicos de autoexclusión, límites «inteligentes», bonificaciones transparentes y auditorías UX para un juego responsable.
La parte de pago irá a las transferencias instant-rails y open-banking, el segmento terrestre acelerará la transición a cashless.
Esperamos límites puntuales de publicidad (tiempo, orientación 18 +), más monitoreo de integridad deportiva y derechos de datos deportivos.
La cartera de eventos ampliará los eSports y las ligas locales, y la política fiscal buscará la previsibilidad (enfoque GGR) con énfasis en el cumplimiento en lugar de las barreras de entrada.
En pocas palabras: competencia por la calidad del servicio y la confianza, pagos más rápidos, estándares de protección superiores y un ecosistema más maduro.