La industria del juego en Hungría forma un flujo previsible de ingresos fiscales a través de impuestos sobre la renta bruta de juego (GGR) y pagos de concesiones.
Los ingresos se distribuyen entre los casinos terrestres de Budapest/regiones y un segmento en línea en crecimiento (apuestas y productos de casino), con una proporción del canal móvil aumentando anualmente.
El sector crea puestos de trabajo en salas de operaciones, gestión de TI/riesgo y externalización de pagos/soporte, y el turismo de Budapest mantiene el cheque y la carga de salas.
En la estructura de apuestas, la estacionalidad (fútbol, hockey, tenis) es notable, los ingresos en línea son apoyados por los mercados en vivo y las microestaciones.
En el lado de los costes se encuentra el cumplimiento (KYC/AML), el juego responsable y el control de fecha de la integridad deportiva; los operadores tienen una proporción creciente de pagos HUF sin efectivo y transferencias de banca abierta, lo que acelera la facturación y los pagos.
El resultado es un crecimiento moderado pero sostenido con una estricta supervisión y un cambio de enfoque hacia la calidad del servicio y la protección de los jugadores.