Economía y estadísticas
La economía del juego en Islandia tiene una escala puramente limitada.
Faltan casinos comerciales y empresas de apuestas, y las loterías y bingos actuales generan modestos ingresos, destinados exclusivamente a proyectos sociales y benéficos - deportes, cultura, salud.
El Estado controla rigurosamente los flujos financieros y los informes de los operadores para eliminar la motivación comercial y los abusos.
La parte del PIB del sector es mínima y el retorno fiscal se expresa más en el efecto social que en los ingresos fiscales directos.
Este modelo proporciona estabilidad y se ajusta al principio de «juego sin ganancias», consagrado en la filosofía regulatoria islandesa.