Cultura e historia
Las prácticas de juego en Kosovo se formaron en la unión de las tradiciones otomana y yugoslava: juegos de cartas y lotería en un círculo familiar y amistoso, y más tarde, salones de ranura y puntos de recepción de apuestas de fútbol.
Cafés y pequeños clubes eran una parte importante de la vida urbana, y la diáspora mantenía el interés por las loterías europeas y los sorteos deportivos.
A la vuelta de la década de 2010, se intensificaron las disputas morales y sociales - seguridad, riesgos criminales, protección de la juventud - que finalmente llevaron a una moratoria y a la transición a un modelo de restricción.
Hoy se conserva la memoria cultural de los «pequeños juegos», pero el discurso público se ha desplazado hacia la responsabilidad social y la prevención de la adicción.