Cultura e historia
Históricamente, la sociedad israelí trata el juego con moderación: las normas religiosas y los valores familiares han marcado un trasfondo conservador, donde los casinos «clásicos» no han echado raíces.
Al mismo tiempo, desde un período temprano, el Estado permitió formas limitadas - lotería nacional y apuestas mutuas en el deporte - destacando su enfoque social y deportivo (financiación de proyectos públicos y desarrollo del deporte).
En la cultura popular, las entradas instantáneas y los pronósticos para el fútbol/baloncesto estaban arraigados, mientras que el póquer y las tragamonedas permanecían fuera del campo legal.
Las prácticas grises se suprimen periódicamente, el entorno publicitario está rígidamente regulado, el énfasis está en la responsabilidad y la protección de los menores.
Como resultado, el «marco» cultural se ve así: lotería y apuestas deportivas - aceptable y familiar, contenido de casino - no es deseable; parte del interés por él se realiza en viajes turísticos al extranjero o en aplicaciones «sociales» sin dinero.