Cultura e historia
El Líbano fue considerado durante mucho tiempo el «escaparate secular» del Levante: Beirut atrajo turistas y artistas, y el Casino du Liban premium con programas de espectáculos y gastronomía se convirtió en el símbolo de la época; el trasfondo cultural complementaba el hipódromo beirut.
Los conflictos civiles interrumpieron esta trayectoria, pero tras la recuperación, el casino volvió a ser un punto de atracción para el público local, la diáspora y los invitados.
En la cultura cotidiana, las tradiciones «domésticas» son fuertes - backgammon (tawla), juegos de cartas y ajedrez sin apuestas monetarias.
La estructura multiconfesional de la sociedad forma una actitud cautelosa hacia el juego: la gosloteria y el casino premium controlado son socialmente aceptables, mientras que el juego masivo «callejero» no se fomenta.
Hoy, el marco cultural descansa en la responsabilidad y la publicidad discreta, y el interés por el casino-ocio fluctúa junto con la temporada turística y el estado de la economía.