Juegos de azar y casinos en línea en Siria
Siria es un país donde el juego está oficialmente prohibido, como en la mayoría de los estados islámicos de la región.
La prohibición se basa en la sharia y está consagrada en la legislación penal, y el control de la aplicación está a cargo tanto de las estructuras estatales como de los consejos religiosos.
Antes del estallido de la guerra civil (2011), en Siria existían formas limitadas de negocios de juego dirigidos a extranjeros y turistas, pero tras la destrucción de la economía y la imposición de sanciones, la industria del juego prácticamente dejó de existir.
Hoy en día, todos los casinos están cerrados, y el gambling en línea ha pasado completamente a la clandestinidad.
Contexto histórico
A diferencia del vecino Líbano, donde el juego está parcialmente legalizado, Siria siempre ha seguido una línea dura con respecto al gambling.
Sin embargo, en la década de 1990-2000, bajo el régimen de Bashar al-Assad, el país estaba pasando por un período de liberalización, y entonces surgieron varios clubes privados y casinos para extranjeros, especialmente en Damasco y Alepo.
El más famoso fue el Damascus Casino, inaugurado en el año 2000.
Trabajaba en un hotel y atendía principalmente a diplomáticos y empresarios extranjeros, y se prohibía la entrada a los ciudadanos sirios.
Tras el estallido del conflicto en 2011, el casino dejó de funcionar y todas las licencias fueron canceladas.
A partir de ese momento, el juego en Siria está bajo prohibición absoluta.
Legislación
Normas básicas:1. El Código Penal sirio (art. 620-625) prohíbe la organización y la participación en juegos de azar.
2. Ley de Defensa de la Moral Pública (1953) - clasifica el gambling como comportamiento inmoral.
3. Las normas religiosas de la sharia, consagradas en la constitución (artículo 3), definen al Islam como la fuente de la legislación donde el juego (maysir) es pecado.
4. Ley de ciberdelincuencia (2012) - extiende la responsabilidad penal al gambling en línea.
Sanciones:- Organización de juegos de azar - hasta 3 años de prisión y multa;
- participación en el juego del dinero - hasta 6 meses de confinamiento;
- publicidad, mediación, pagos en línea - hasta 5 años de prisión;
- los ciudadanos extranjeros son deportados y privados de su visado.
Por lo tanto, cualquier forma de juego - desde el póker hasta las apuestas en línea - se considera oficialmente un delito.
Situación real
A pesar de las prohibiciones, hay un pequeño mercado de sombra en el país que opera a través de internet y clubes privados.
El gambling en línea se ha convertido en la principal forma de participación de los sirios en los juegos de azar, especialmente entre los jóvenes y los emigrantes.
Las principales características del mercado ilegal son:- se accede a través de VPN y servidores proxy;
- los depósitos se realizan a través de criptomonedas (Bitcoin, Tether, Tron);
- sitios web offshore populares - 1xBet, BetWinner, Stake, Melbet;
- Los canales de Telegram sirven como intermediarios para registrar y retirar fondos;
- parte de los jugadores utilizan tarjetas SIM extranjeras y PayPal a través de amigos en el extranjero.
Según el grupo de investigación Syrian Economic Forum (2024),
unos 200.000 sirios han utilizado al menos una vez casinos en línea o sitios de apuestas,
y el volumen total de apuestas se estima en 150-200 millones de dólares al año,
al mismo tiempo, casi todas las transacciones se realizan en criptomoneda.
Controles y bloqueos
Internet en Siria está fuertemente controlado por el Estado.
El filtrado de contenidos se realiza a través de Syrian Telecommunications Establishment (STE),
y la división cibernética del Ministerio del Interior bloquea regularmente sitios web y servidores VPN.
Las autoridades colaboran activamente con los bancos y el supervisor financiero para prevenir el lavado de dinero a través del gambling.
Sin embargo, las restricciones técnicas son costeadas y Telegram y Tor siguen siendo las principales herramientas de acceso clandestino.
La dimensión social y religiosa
La sociedad siria es tradicionalmente religiosa,
y la moral islámica condena estrictamente el juego como pecado (haram).
Predicadores y líderes espirituales recuerdan regularmente la prohibición de «juegos de suerte»,
equiparándolos con alcohol y lihwe.
Incluso hablar de la legalización del gambling se considera un tema tabú.
Sin embargo, entre la parte laica y emigrante de la sociedad, la actitud es más neutral -
para ellos, el juego es visto como una forma de entretenimiento, no como un pecado.
Dimensión económica
Antes de la guerra, los casinos y las loterías privadas daban ingresos pequeños pero estables al presupuesto,
sin embargo, hoy la industria del juego está completamente destruida.
La falta de un mercado legal significa la pérdida de impuestos potenciales y el control de los flujos financieros.
Los expertos creen que en la creación de zonas de juego turístico en el futuro,
Siria podría atraer inversiones extranjeras, como Egipto y el Líbano.
Pero por ahora, la situación política y religiosa lo hace imposible.
Gambling en línea y criptomonedas
Las criptomonedas se han convertido en la clave para eludir las restricciones.
Como los sistemas de pago internacionales no funcionan debido a las sanciones,
los residentes del país utilizan Binance P2P y Tether (USDT) para reponer cuentas en casinos offshore.
En 2023, el gobierno anunció su intención de imponer controles sobre las transacciones de criptomonedas,
sin embargo, en la práctica este proceso sigue siendo ineficaz.
Perspectivas
No hay perspectivas de legalizar el juego en Siria en las próximas décadas.
El Estado está influenciado por las normas islámicas y no está dispuesto a abrir el mercado del gambling ni siquiera con fines turísticos.
Sin embargo, a medida que la economía se digitaliza y se recupera, es posible una legalización limitada de loterías o apuestas deportivas,
pero exclusivamente bajo el control del Estado.
Siria es un país donde el juego está bajo prohibición absoluta,
y cualquier forma de juego se considera una violación de la moral y la ley.
Sin embargo, la tecnología digital y las criptomonedas crean una nueva realidad,
en el que los sirios recurren cada vez más a plataformas offshore,
buscando el azarte donde el Estado ve el pecado.
una llamada arriesgada al sistema,
donde incluso una ruleta virtual puede valer la pena la libertad.
Así, el vecino libanés moderno con casinos legales y la realidad siria con prohibición absoluta muestran un contraste entre el gambling regulado y la negación total,
en el que Siria sigue siendo uno de los países más cerrados de Oriente Medio para la industria del juego.