Comparación con República Dominicana y Puerto Rico (Cuba)
La región del Caribe muestra tres modelos contrastados de manejo del juego. Cuba es un camino a largo plazo hacia una prohibición total. República Dominicana - Legalización regulada con base en resorts e ingresos fiscales. Puerto Rico es un modelo legal estadounidense: casinos con licencia en hoteles, sistema de cumplimiento moderno, desarrollo de apuestas e iGaming dentro de los estándares de Estados Unidos. A continuación, una comparación sistémica con un énfasis en las consecuencias para la economía y el turismo.
1) Régimen jurídico
Cuba: faltan licencias y un regulador especializado; el juego comercial (offline/online) está prohibido.
Dominicana: licencia de casino válida para hoteles y salas de juegos; formatos nacionales/privados de lotería; productos regulados de apuestas y en línea.
Puerto Rico: casinos hoteleros con licencia; Betting deportivo permitido; desarrollo de canales en línea bajo la estricta KYC/AML y auditoría de estándares estadounidenses.
Conclusión: Cuba - «tolerancia cero», Dominicana - «accesibilidad regulada», Puerto Rico - «regulación estricta con matriz de cumplimiento estadounidense».
2) Sector offline (casinos, salas de juegos)
Cuba: no hay casinos legales.
Dominicana: decenas de casinos en las zonas turísticas (Punta Cana, Santo Domingo, Puerto Plata, etc.); un fuerte acoplamiento con la infraestructura hotelera-balnearia.
Puerto Rico: casinos de hoteles premium en San Juan y clústeres de resorts; apuesta por el turismo MICE y los cruceros.
3) En línea y apuestas
Cuba: el gambling en línea no está autorizado; sitios offshore - fuera de la ley y sin la protección del jugador.
Dominicana: hay operadores en línea con licencia y casas de apuestas; gradualmente se están ampliando los instrumentos de pago y los instrumentos de juego responsable.
Puerto Rico: Betting en línea regulado y elementos de iGaming con KYC/AML obligatorio; integración con proveedores y auditores estadounidenses.
4) Impuestos y presupuesto
Cuba: no hay ingresos fiscales procedentes del juego; los recursos se redistribuyen fuera del sector del juego.
Dominicana: derechos de licencia, impuestos GGR/facturación; beneficios indirectos a través del empleo y el turismo.
Puerto Rico: ingresos tributarios y tasas como parte de la rendición de cuentas transparente; una parte de los ingresos se destina a programas sociales/deportes.
5) Turismo y posicionamiento
Cuba: enfoque en el turismo cultural, histórico y de playa; «economía nocturna sin apuestas» (espectáculo, música, «demo-veladas»).
Dominicana: «todo en uno»: hotel + casino + gastro + golf/eventos; comercialización agresiva para Estados Unidos/Europa/LatAm.
Puerto Rico: «American Carib» - estándares de servicio de Estados Unidos, resorts premium, cruceros, conferencias, turismo deportivo.
6) Pagos, fintech, KYC/AML
Cuba: no hay raíles de pago legales para el gambling; underground - efectivo/P2R/crypto con altos riesgos.
Dominicana: tarjetas bancarias, billeteras locales, métodos alternativos controlados; KYC/AML en onboarding.
Puerto Rico: conjunto completo de instrumentos de pago y puntuaciones; procedimientos estrictos de lucha contra el blanqueo y juego responsable por diseño.
7) Políticas sociales y riesgos
Cuba: la prohibición reduce la visibilidad legal de la ludomanía, pero crea un espacio para el underground sin proteger al consumidor.
Dominicana: equilibra impuestos/turismo y costos de dependencia a través de programas de juego responsable y supervisión.
Puerto Rico: mecanismos formalizados de autoexclusión, límites, líneas directas; un alto nivel de informes.
8) Efectos económicos (total)
Cuba: falta de impuestos y empleo en el sector del juego; el «cheque nocturno» es menor, la dependencia de la demanda diurna/cultural.
Dominicana: multiplicador en hoteles, F&B, transporte, eventos; una proporción significativa de viajes está relacionada con un casino clúster.
Puerto Rico: ingresos estables a mayor costo de cumplimiento; apuesta por el segmento premium y MICE.
9) Tabla comparativa (diferencias clave)
10) Lo que esto significa para las partes interesadas
Estado (Cuba): mantener la prohibición mantiene una línea ideológica, pero exige una prevención permanente de la sombra y el ciberfrod; el turismo se apoya en la cultura y las playas, sin un cheque premium «vespertino».
Negocios: operadores internacionales Cuba está cerrada; Dominicana y Puerto Rico están abiertas, pero requieren un cumplimiento serio y asociaciones locales.
Jugadores/turistas: en Cuba, apostar dinero es un riesgo legal; en las jurisdicciones vecinas están disponibles productos legales y mecanismos de protección del consumidor.
11) Perspectivas hasta 2030 (escenario)
Cuba: escenario básico - mantenimiento de la prohibición; sólo son posibles las «imitaciones» sin dinero en los hoteles y el programa cultural.
Dominicana: crecimiento estable con la digitalización y el endurecimiento de AML; enfoque en resorts integrados de resorts, canales electrónicos y juego responsable.
Puerto Rico: fortalecimiento del estatus de «referencia regional de cumplimiento»; expansión del juego de apuestas e iGaming en colaboración con proveedores estadounidenses.
12) SWOT para Cuba en un contexto comparativo
Puntos fuertes
Consistencia ideológica, baja visibilidad de la ludomanía legal.
Capital cultural e histórico fuera de la agenda del «juego».
Debilidades
Pérdida de impuestos y empleo en el segmento de alto margen.
Riesgos de clandestinidad/offshore sin protección del consumidor.
Oportunidades
Desarrollo del turismo cultural/médico/educativo.
Fortalecimiento de los programas de alfabetización financiera y prevención de la dependencia.
Amenazas
Fugas de divisas a través del offshore y la sombra.
Riesgos reputacionales de ofertas «de habitación» en las zonas turísticas.
Cuba, Dominicana y Puerto Rico presentan tres trayectorias diferentes: desde la prohibición total hasta la accesibilidad regulada y el estricto cumplimiento de los estándares estadounidenses. Para Cuba, esta comparación enfatiza la elección consciente: integridad ideológica y turismo cultural en lugar de «economía nocturna». En los vecinos, en cambio, el sector del juego funciona como ancla económica sujeta al control de riesgos. Entender estas diferencias ayuda a formar con mayor precisión las expectativas de los turistas, la estrategia del Estado y el marco de discusión sobre el futuro de la región caribeña.