Las Vegas del Caribe: La Habana en la década de 1950 (Cuba)
En la década de 1950, La Habana se convirtió en el centro de entretenimiento más brillante del Caribe. Aquí se desarrolló el modelo de «resort integrado»: hotel + casino + restaurante de alta cocina + cabaret + escenario de bar. La cercanía con Estados Unidos, el trato preferencial para los inversionistas y la fenomenal vida nocturna han convertido a la capital de Cuba en sinónimo de vacaciones, «Las Vegas del Caribe».
1) Premisas: cómo La Habana llegó al auge
Geografía y logística: una hora y media de vuelo desde Florida, rutas marítimas y aéreas convenientes.
El efecto de la «ley seca» y la riqueza de la posguerra en Estados Unidos: el hábito de «volar detrás del entretenimiento» se consolidó en los años 1920-1930 y sobrevivió a la guerra.
Políticas públicas de la década de 1950: los grandes proyectos hoteleros recibieron incentivos fiscales y permisos acelerados; los casinos a menudo iban «incluidos» con el hotel.
Capital cultural: la música afrocubana, el jazz, las salas de música y los espectáculos de baile son algo que el joven todavía Las Vegas no ofrecía en un anturaje tan «tropical».
2) La ciudad como escenario: distritos y «ruta de la noche»
El Malecón y el Vedado es un escaparate de hoteles y casinos modernistas en primera línea del océano.
La Habana Vieja son bares históricos, clubes, salones de juego privados.
«Ruta de la noche»: cena - espectáculo en cabaret - mesas/ranuras - bar nocturno - desayuno temprano. El turista no compraba el juego, sino todo un escenario donde el casino era solo la culminación.
3) Iconos de la época: hoteles, casinos, cabarets
Riviera (1957) es un símbolo de lujo en el paseo marítimo: casinos, salones de mármol, espectáculos de variedades.
Capri (1957) y Deauville (1957) son hoteles-casino modernos con un lustro europeo.
Habana Hilton (1958) es el hotel caribeño más grande de la época, orientado al flujo desde Estados Unidos.
El Hotel Nacional de Cuba es un sitio legendario de la vida empresarial y laica, con salones de juego en diferentes épocas.
Tropicana es el famoso cabaret al aire libre: orquestas, cordebalet, escenografía-jardines; el espectáculo y la escena del casino se reforzaron mutuamente.
Sans Souci, Montmartre son populares cabarets y clubes donde, tras el espectáculo, los invitados salían a las mesas o a las «salas de altas apuestas».
4) Quién jugó y qué
Mesas: ruleta, bacará, «veintiún» (variantes del blackjack), craps; Salas VIP para juegos cerrados.
Poker: juegos de cash y mini torneos, a menudo como un «evento privado» en los sitios de hoteles.
Máquinas tragamonedas: electromecánica y electrónica temprana, zona de rápido crecimiento en las primeras plantas.
Apuestas: sorteos en running y eventos deportivos - dependiendo de la cancha y el período.
5) escaparate de economía: dinero, trabajo, multiplicador
Ingresos en divisas: el tráfico turístico de Estados Unidos generó dólares «duros», un importante rubro de ingresos de la ciudad.
Empleo: crupier, cajeros, camareros, artistas, porteros, cocineros, porteros, vestuarios... miles de empleos.
Industrias relacionadas: desde el textil y la decoración hasta la gastronomía y el alcohol; las ciudades proveedoras se «conectaron» con la demanda de La Habana.
Efecto de concentración: los beneficios se acumularon en la capital, reforzando la brecha con la provincia -una de las futuras fuentes de crítica social-.
6) Normas y «prácticas de gestión»
Licencias: los permisos de juego a menudo se vinculaban al volumen de inversión en hoteles (número de habitaciones, infraestructura).
Supervisión y «zonas grises»: con el control oficial se mantuvo la dependencia del mecenazgo de los funcionarios, lo que derivó en acuerdos informales.
Marketing sin vergüenza: anuncios brillantes, «paquetes de fin de semana», cruceros especiales y carteles aéreos para espectáculos nocturnos y casinos.
7) El papel del capital organizado y el lado oscuro
El círculo de grandes proyectos incluía capital de Estados Unidos, incluyendo redes criminales. Traía prácticas de gestión de casinos, producción de espectáculos y «disciplina de taquilla», pero junto a ello, esquemas de corrupción, retrocesos, chulería de tarjetas y «cajas negras». La Habana ganó velocidad de crecimiento y al mismo tiempo perdió legitimidad ante los ojos de una parte de la sociedad.
8) Mito cultural e imaginación de masas
Música: mambo, cha-cha-cha, bolero y big band son la banda sonora de la ruleta y el champán.
Estrellas y crónicas: las visitas de celebridades alimentaron la prensa y dieron forma a la imagen global de la ciudad festiva.
Moda y estilo: trajes blancos, vestidos de cóctel, cigarros, joyas - La Habana vendió una «foto» de lujo disponible para el fin de semana.
9) Por qué «todo se acabó»
A finales de la década de 1950, la crisis política y el movimiento revolucionario se habían intensificado. El tráfico turístico se ha puesto «nervioso», los inversores son más cautos. En 1959, el nuevo poder desmanteló las «señales del antiguo régimen»: los casinos cerraban, las instalaciones se nacionalizaban o reorganizaban, parte del capital y el personal abandonaban la isla. «Las Vegas Caribes» desapareció en casi meses.
10) El legado de los años 50
Huellas arquitectónicas: fachadas del modernismo, legendarios pasillos y escenas que pasaron a formar parte de la memoria urbana.
Experiencia mundial: los cuadros y modelos de negocio surgidos de La Habana reforzaron otros mercados de la región y Estados Unidos en la década de 1960.
Las lecciones de política y economía: una industria basada en la demanda externa y las rentas de patrocinio está creciendo rápidamente, y se está derrumbando con el cambio de régimen.
La Habana de los años 50 no es solo un «casino bajo palmeras». Se trata de un complejo ecosistema de turismo, espectáculos y juego donde las políticas públicas, el dinero exterior y la cultura única han creado el efecto de una «corta década dorada». Es por eso que la ciudad fue apodada «Las Vegas del Caribe» - brillantemente irrumpió e igualmente rápidamente se extinguió, dejando un mito que todavía forma nuestra idea de esa época.