República Dominicana avanza hacia la omnicanalidad: sincronización de casinos terrestres con cuentas móviles, lealtad unificada y offers personalizados basados en análisis de datos/AI.
En los pagos, se acelera la transición a ecosistemas de cachés (e-wallets, tarjetas tokenizadas), con prioridad AML/KYC sin cambios y protección de datos.
El clúster turístico (todo incluido + MICE) reforzará los ingresos no gaming, y los formatos híbridos de entretenimiento (espectáculos, deportes, apuestas) suavizarán la estacionalidad.
El componente online crecerá como complemento a las licencias vigentes, con énfasis en la verificación de 18 +, límites, autoexclusión y publicidad sostenible.
Los operadores invierten en el juego responsable y las prácticas ESG, mejorando la transparencia y la disponibilidad de los servicios.
Como resultado, la RD consolidará el estatus de un centro caribeño con casinos de resort de tecnología y una regulación predecible, atrayendo a nuevos jugadores e inversores internacionales.