La economía de juego de Haití es estrecha y fragmentada: los ingresos legales forman principalmente productos de lotería/« borlette »y pocos casinos, mientras que una parte significativa de la facturación se destina al sector informal.
Para el presupuesto, esto significa ingresos fiscales y tasas de licencias limitadas, y para el mercado, bajos niveles de inversión y bajo empleo en comparación con los centros turísticos vecinos del Caribe.
Las estadísticas de GGR/NGR, asistencia y KPI (ARPU, hold, fracción de revenue no gaming) están incompletas debido al volumen de negocios en la sombra y a informes irregulares.
Los cálculos de pago enfrentan volatilidad HTG, déficit de liquidez USD, así como riesgos de infraestructura (electricidad, comunicaciones), lo que aumenta los costos de transacción.
El fortalecimiento de la contabilidad, AML/KYC y la disciplina de caja podrían mejorar la recaudación y la transparencia, pero en las condiciones actuales el pronóstico de crecimiento es conservador, confiando en la estabilización de las condiciones macro y mejoras puntuales en la regulación.