El sector del juego en Jamaica está incrustado en el modelo turístico de la isla y refuerza los multiplicadores para hoteles, F&B, compras y espectáculos, creando empleo directo e indirecto.
Los ingresos se generan a partir del GGR/NGR, las tarifas de licencias y las deducciones fiscales que se reinvierten en el control, la seguridad y el juego responsable.
La infraestructura de pago se basa en JMD con un alto rol de USD en los clústeres turísticos, lo que estabiliza el cash-flow y simplifica los cálculos para los huéspedes.
La estacionalidad se suaviza a través de eventos todo incluido y MICE, y los proyectos de resorts integrados están diseñados para crear una base de revenue no gaming y un cheque medio.
La gestión se construye en torno a KPI: asistencia, ARPU, hold, RTP/volatilidad, ADR y ocupación hotelera, así como la participación no-gaming.
El fortalecimiento de la AML/CFT, las soluciones de caché y los análisis de datos aumentan la transparencia y la marginalidad, manteniendo un crecimiento sostenido con una regulación conservadora y una orientación hacia un flujo turístico de calidad.