En Trinidad y Tobago no hay una clase separada de licencias para casinos en línea: las soluciones a distancia se consideran limitadas y principalmente como una extensión de los productos permitidos (loterías, pools deportivos) bajo el control de la NLCB y la supervisión financiera de la FIU.
Los operadores e intermediarios de pago están obligados a garantizar la verificación de 18 +, los procedimientos KYC/AML/CFT, el registro de transacciones, la política de datos y los planes BCP/DR; los bancos y los canales de pago mejoran la supervisión de las transacciones.
Los «casino online» de larga duración están dirigidos a jurisdicciones extraterritoriales y no se consideran con licencia local, por lo que la publicidad y las asociaciones están sujetas a restricciones.
Existen herramientas de juego responsables para los usuarios (límites, tiempos de espera, autoexclusión) y requisitos de transparencia y notificación de riesgos para los operadores.
El mercado avanza hacia la unificación de las normas dentro del futuro modelo de regulador único, que debe aclarar los formatos de servicios a distancia disponibles y las normas de cumplimiento.