Juegos de azar y casinos en línea en las Islas Marshall
Las Islas Marshall es un estado del Pacífico que se convirtió en uno de los primeros offshore digitales de la región,
donde el juego ha recibido reconocimiento legal y está regulado por el gobierno.
Con un régimen fiscal ventajoso, licencias flexibles y soporte para proyectos blockchain,
el país se ha convertido en un prometedor centro de gambling en línea y startups fintech.
Hoy en día, las Islas Marshall participan activamente en los operadores internacionales,
otorgando licencias para casinos en línea, poker, apuestas y criptomonedas,
así como desarrollar un marco legal para proteger a los jugadores y supervisar las transacciones.
Contexto histórico
El juego en las Islas Marshall no ha tenido un estatus oficial durante mucho tiempo.
Hasta la década de 1990, el país no veía este sector como una fuente de ingresos.
La situación ha cambiado con el desarrollo de los servicios financieros extraterritoriales,
cuando el gobierno decidió utilizar el estatus de economía libre
para atraer empresas e inversiones extranjeras.
En 2002 se promulgó una ley que permite la concesión de licencias para el gambling en línea.
Fue a partir de ese momento cuando las Islas Marshall se convirtieron en una de las pocas
de los países del Pacífico que proporcionan un marco jurídico para las empresas de eGaming.
A diferencia de los Estados vecinos, el país ha apostado
no sobre turismo y casinos físicos, sino sobre licencias digitales y controles extraterritoriales.
Legislación y reglamentación
Normas básicas:- Ley de Juegos y Apuestas (2002) - regula la concesión de licencias de apuestas y juegos en línea;
- Regulaciones de juegos interactivos (2004): establece los requisitos para los operadores de Internet;
- Money Laundering Prevention Act (2018) - controla los flujos financieros en el sector digital;
- Digital Economic Zone Act (2020): abre oportunidades para las empresas de blockchain, incluidos los cripto casinos.
- Marshall Islands Gaming Commission (MIGC) - responsable de la expedición y control de licencias,
- así como por cumplir con las normas de juego limpio y las verificaciones AML/KYC.
- Las licencias se conceden a empresas locales y extranjeras;
- la actividad de los casinos en línea es totalmente legal si existe una licencia;
- se permite el uso de criptomonedas en los cálculos;
- la edad mínima del jugador es de 18 años;
- tributación: hasta el 3% de los ingresos brutos del operador.
El Estado fomenta el desarrollo del gambling como parte de la economía digital
y colabora activamente con las empresas internacionales de auditoría para garantizar la transparencia.
gembling en línea
El gambling en línea es la principal línea de negocio de juegos de azar en el país.
No hay casinos físicos, pero las licencias para el juego en línea
se entregan a empresas orientadas a los mercados internacionales
principalmente Asia, Europa y América del Sur.
Destinos populares:- tragamonedas en línea y casinos en vivo;
- apuestas deportivas y de eSports;
- poker, bingo y loterías;
- Crypto-gembling.
- Registro rápido de la empresa (hasta 10 días);
- Tramitación remota de la licencia;
- permiso para trabajar con criptomonedas;
- la falta de IVA e impuestos sobre las ganancias fuera del país;
- alta reputación internacional.
Las empresas con licencia de las Islas Marshall están activas
en los mercados de Asia y Europa, ofreciendo plataformas seguras y certificadas.
Contexto económico
El juego se ha convertido en una parte importante del sector digital de la economía.
Junto con el registro de buques y servicios financieros,
licenciar el juego en línea genera ingresos estables al presupuesto.
Datos básicos (2024):- licencias activas de eGaming - más de 60;
- ingresos fiscales del sector - alrededor de $15 millones al año;
- Contribución al PIB - 2,8%;
- unos 500 profesionales locales trabajan en estructuras de apoyo (TI, jurisprudencia, auditoría).
El Gobierno pone el acento en la transparencia y la ciberseguridad,
implementando estándares internacionales AML y certificación ISO para empresas de eGaming.
Contexto social y cultural
El país carece de casinos y salas de juegos públicas.
La población de Pere está orientada al turismo, la pesca y la función pública,
por lo tanto, el gambling no tiene una influencia cultural significativa.
Esto permite el desarrollo de negocios extraterritoriales sin afectar las tradiciones locales.
Las organizaciones religiosas no se oponen a la concesión de licencias,
dado que las actividades de los operadores se centran exclusivamente en los mercados exteriores.
Tecnologías digitales y criptomonedas
Las Islas Marshall están desarrollando activamente la infraestructura blockchain.
En la década de 2020, el país lanzó el proyecto SOV, la moneda digital estatal,
que se puede utilizar para pagos en línea y licencias de empresas de eGaming.
Iniciativas clave:- La Zona Económica Digital (DEZ) es una zona offshore para IT y gambling;
- colaboración con Ripple y Chainalysis para el seguimiento de transacciones de criptomonedas;
- un sistema e-Residency simplificado para empresas extranjeras.
Esto convierte a las Islas Marshall en una de las jurisdicciones más tecnológicas de Oceanía,
donde el cripto-gambling se desarrolla bajo el control del Estado.
Perspectivas
Para 2030, el Gobierno prevé reforzar la posición del país
como el principal centro de licencias digitales en el Pacífico.
Principales medidas de desarrollo:- extensión de la Zona Económica Digital;
- la introducción de contratos inteligentes para la concesión de licencias a los operadores;
- integración de la supervisión de la IA para detectar el fraude;
- Cooperación con otras jurisdicciones (Malta, Curazao, Vanuatu).
Previsión: para 2030 la facturación del sector del gambling
puede llegar a 150-200 millones de dólares al año,
principalmente a través de licencias internacionales y juegos criptográficos.
Las Islas Marshall son una de las jurisdicciones más avanzadas de Oceanía
para el gambling en línea y los casinos criptográficos.
Se ha establecido un marco jurídico transparente y flexible
que permite a los operadores operar a nivel mundial,
y al Estado para obtener ingresos estables sin perjudicar a la sociedad.