Hasta 2030, Perú consolidará un modelo de mercado «blanco»: operadores online con licencia y salas terrestres certificadas operarán en un solo ecosistema con informes transparentes y herramientas de juego responsables.
Los principales impulsores son mobile-first UX, pagos fintech locales, personalización offer y omnicanalidad (monederos únicos, bonos cruzados entre online y salones).
Se espera una consolidación de marcas, estándares más estrictos de publicidad y RG, así como una expansión de las asociaciones con clubes deportivos y medios de comunicación.
Capacidades: desarrollo de casinos en vivo, apuestas en tiempo real, torneos/misiones y temas de contenido local; riesgos: cambios fiscales, presiones de sitios offshore y restricciones de pago.
El escenario base es un crecimiento sostenido a través de licencias y digitalización; acelerado - al tiempo que estimula la inversión en clústeres turísticos e innovación tecnológica.