El ordenamiento jurídico de Suriname se basa en la «ley de juego» básica y en los estatutos que rigen los formatos terrestres (casinos, loterías, casas de apuestas).
La supervisión y expedición de licencias es coordinada por Gaming Control Board Suriname (GCB) junto con los ministerios competentes.
Para los operadores, los requisitos de sostenibilidad financiera, contabilidad técnica, gembling responsable y procedimientos AML/KYC son obligatorios; la edad mínima de acceso se fija en 18-21 años, dependiendo del formato.
La carga impositiva generalmente incluye las tasas de licencia y los pagos de la Renta Bruta de Juego (RGG) y/o el impuesto de sociedades; se proporcionan auditorías de informes y de cumplimiento.
La publicidad, la colocación de salones y el modo de funcionamiento están regulados por permisos locales, especialmente en zonas turísticas.
Todavía no hay una ley separada y completamente funcional para el juego en línea, por lo que los productos digitales se refieren principalmente a la zona «gris»: los jugadores locales utilizan sitios web extranjeros, y el control se lleva a cabo a través de restricciones de publicidad y canales de pago.
La agenda actual es el fortalecimiento de las reglas del juego responsable, la armonización con los estándares internacionales del FATF, la identificación digital de clientes y la potencial creación de un modo de licencia transparente para el segmento en línea.