El segmento terrestre de Uruguay se construye alrededor de los balnearios y sitios urbanos.
El buque insignia son los complejos turísticos de Punta del Este con grandes salas de tragamonedas, ruleta, blackjack, baccarat y eventos de poker en temporada alta (diciembre-marzo).
En la capital destaca el histórico Casino Carrasco como parte del Hotel Sofitel, un ejemplo de «vieja escuela» con un producto y servicio de juego moderno.
Complementan el mapa los casinos regionales en zonas turísticas y fronterizas (como Salto, Colonia, Rivera), enfocados en el tráfico mixto - jugadores locales e invitados de países vecinos.
El conjunto tipo son tragamonedas de video, ruleta electrónica, mesas clásicas, torneos periódicos, barras/gastrozonas y pequeñas secciones VIP.
El modelo de gestión sigue siendo gubernamental y conservador en marketing, pero estable en servicios y seguridad, lo que hace que los casinos terrestres sean una parte importante del producto turístico y la economía vespertina.