Juegos de azar en el antiguo Egipto y ciudades sumerias
Introducción: dos civilizaciones - un ansia de azar
Egipto y Schumer han dado al mundo no sólo escritura y arquitectura monumental, sino también formas sostenibles de juegos para la suerte. Tablas, fichas, lotes y huesos acompañaban las fiestas, las técnicas diplomáticas, el ocio familiar y, a veces, las prohibiciones del templo. Azart no es sólo sobre ganar, sino también sobre el destino, la predestinación y la relación del hombre con los dioses.
Egipto: del senet al mechen - juegos entre el mundo de las personas y el más allá
Senet (senet).
El juego egipcio más reconocible es el senet: un tablero rectangular de 30 células (generalmente 3 × 10), fichas de dos colores y lotes (palos, huesos tetraédricos o «látigos»). En el hogar, el cenet era un entretenimiento y motivo de pequeñas apuestas (comida, tela, adornos). En términos religiosos, es el símbolo del viaje del alma a través de las pruebas de Duat. No es casualidad que las tablas del cenet se encuentren en las tumbas: jugar es aprender a «pasar los caminos» del mundo póstumo.
Mechen (mehen).
El juego de la «serpiente» con una tabla circular en forma de serpiente son las células-segmentos, las fichas-figuritas de los leones/chacales. Dinámica, competitiva y visualmente espectacular. Es menos probable que se involucre con la religión, pero está arraigada en el ocio de la corte.
Azart y las apuestas.
A los egipcios les gustaban las apuestas domésticas: el desenlace del partido, el primer movimiento, las «series de suerte». La apuesta se convirtió en pequeños valores - pan, cerveza, tela, broches, a veces las horas de trabajo del sirviente. En las grandes casas se organizaban «noches de juego» con música y vino; en los bajos hay fiestas improvisadas en las calles y en los talleres.
Moralidad y regulación.
La ética oscilaba entre denunciar la «pérdida de tiempo» y reconocer el ocio inocente. El sacerdocio era cauteloso con los juegos «con dinero» cerca de los templos, pero tolerante con los juegos festivos en las casas, a menos que interfirieran con el culto. Periódicamente aparecían prohibiciones locales a las «reuniones depravadas» en las tabernas - junto con la música y la bebida del juego cayeron bajo el control general.
Sumer, Ur y Babilonia: «El juego del rey» y las apuestas urbanas
«El juego del zar de Ur».
Prototipo de tablero de carreras/rutas: tablero con 20 jaulas, «zócalos» de suerte, dos juegos de fichas y un lote (dados o palos de juego piramidales). El objetivo es conducir sus fichas a lo largo de la trayectoria más rápido que el oponente, utilizando jaulas «felices» para bonos y protección. El juego combinaba estrategia y riesgo, lo que lo hacía ideal para apostar.
Suspensiones urbanas y palacios.
En las ciudades sumerias jugaban en talleres, mercados y casas de la nobleza. La élite palaciega practicaba el «azart intelectual»: competían en la cuenta de movimientos y el error de cálculo de posibilidades; artesanos - en partidas rápidas para pequeñas ganancias.
De las placas a las reglas.
Las notas cuneiformes describían el recuento, las células «exitosas» y las prohibiciones básicas (por ejemplo, movimientos no válidos). Las apuestas estaban estipuladas de antemano - desde un puñado de granos y cervezas hasta pequeños lingotes de plata en los ciudadanos acomodados.
El templo y la ley.
Al igual que en Egipto, las autoridades religiosas cambiaron de «péndulo»: entonces tolerancia (si no hay escándalos), rigidez (si el juego ha degenerado en borrachera y peleas). Había «zonas de decencia» alrededor de los complejos del templo, donde se prohibían las reuniones ruidosas y cualquier dinero por jugar. Dentro de las ciudades hay tabernas y patios donde el juego floreció.
Instrumentos comunes del azarte: huesos, palos, astraganes
Lotes y huesos.
Tanto en Egipto como en Mesopotamia usaban palos etiquetados, pequeños huesos piramidales y astraganos (huesos de articulaciones de animales). Determinaban el primer movimiento, las jaulas especiales, los movimientos de bonificación... y también realizaban mini loterías y adivinanzas.
Astragans entre el juego y la adivinación.
La «microlotería» doméstica: el lanzamiento de los astraganos fue interpretado como un presagio - esto aumentaba la sensación de que la suerte era «aprobada por los dioses», y empujaba a las pequeñas apuestas «a la señal».
Azart, vacaciones y vida
Días festivos.
Durante los días de las celebraciones (coronaciones, cosechas, procesiones religiosas), los juegos salieron a la calle. Las apuestas se volvieron simbólicas: «por felicidad», «por suerte en casa». En las tabernas pasaban a las apuestas «adultas», sobre todo por las noches.
Familia y artesanía.
Las fiestas familiares del senet o «juegos de Ur» unieron a generaciones. En los talleres y los patios de caravanas, los partidos pintaron la espera y la negociación; a veces las ganancias se convertían en «descuento» o «propina».
Religión y simbolismo de la suerte
Egipto: el camino del alma y la protección de Raa.
Seneth en el ritual es sobre pasar obstáculos. La victoria en el juego adquirió una connotación ritual: «la casa está preparada para un buen destino».
Mesopotamia: presagios y «rosetas».
Los «rosetones» en el tablero de Ur fueron percibidos como buenos signos. Los sacerdotes podían condenar las apuestas, pero reconocían el poder de los símbolos como «pistas de los dioses».
La frontera de lo permitido.
Las religiones de ambas civilizaciones no identificaban automáticamente el juego con el pecado; sólo se censuraban los excesos, el ruido y las deudas que conducían a la desintegración de la familia y el insulto a los dioses.
Economía y control social
La pequeña economía del azarte.
Los juegos alimentaban a los artesanos: producción de tablas, fichas talladas de madera, piedra, dados; palos de lotes y astraganes. Las tabernas ganaban dinero con bebidas; a veces se tomaba una «comisión» a la mesa - una forma temprana de «house edge».
Deudas y fianzas.
Cuando las tasas iban más allá de límites razonables, aparecían las deudas. En respuesta, las autoridades recordaron la «responsabilidad doméstica», y en las tabernas, las reglas: prohibición del juego de deuda, límite de apuestas, derecho del dueño a expulsar a los alborotadores.
Reglas y mecánica: por qué estos juegos «funcionaron»
Ruta + aleatoriedad. Tanto el senet como el juego de Ur son bastidores de carreras donde el lote da movimiento y las células/fichas crean una estrategia.
Sin un registro complicado. Las reglas son fáciles de recordar, se puede jugar en cualquier lugar.
Micro-apuestas. Es conveniente poner «poco a poco» - más seguro socialmente, pero fascinante.
Actuación social. El juego es una excusa para reunirse, discutir noticias, hacer acuerdos.
Mitos y pulcritud
«Los egipcios sólo jugaban por la religión». No: el ocio doméstico y las pequeñas apuestas son lo habitual; la religión daba al juego significados adicionales.
«Los sumerios prohibieron cualquier apuesta». No exactamente: las prohibiciones se referían al lugar y la medida; el juego moderado fue paciente, especialmente en casas particulares y patios.
«Los juegos eran primitivos». Todo lo contrario: campos pensados, jaulas «felices», equilibrio de suerte y tácticas es un diseño maduro.
Cronología (simplificada)
Egipto primitivo: las primeras formas del cenet; fiestas domésticas, asociaciones rituales.
El Reino Medio-Nuevo: el florecimiento del cenet; mechén en el ocio de la corte; la extensión de las apuestas «a lo pequeño».
Primitivo Schumer: formación del «juego de Ur»; fiestas urbanas en patios y talleres.
Akkad-Babilonia: estandarización de tablas, camadas cuneiforme; regulación de tabernas ruidosas.
Glosario
Senet - tablero de carreras egipcio 3 × 10 jaulas; juego + ritual.
Mechen es un juego circular de «serpiente» con figuras de animales.
El Juego del Rey de Ur es un tablero de carreras sumero-babilónico de 20 jaulas con «rosetas».
Los astraganos son huesos de articulaciones de animales utilizados como «dados» jugables y lotes.
Patrimonio para la modernidad
Los juegos egipcio-sumerios establecieron la «fórmula dorada» del ocio: reglas simples + simbolismo visual + riesgo manejable. De la fiesta familiar a la apuesta de la taberna se trata de pegar socialmente, confiar y comprobar la suerte «a poco coste». Los estribos modernos e incluso los casinos mecánicos han heredado su equilibrio de oportunidad y control, así como la idea de que el juego es la regla, el ritual y la comunicación al mismo tiempo.
Ideas para continuar en su sitio
«Senet como antepasado de las pistas de carreras modernas: del diseño a las matemáticas»
«Tabernas callejeras de Mesopotamia: qué bebían, qué jugaban y cuánto ponían»
«Astragans, palos, dados: evolución del lote de las adivinanzas a los juegos»
«Religión vs ocio: cómo las civilizaciones antiguas domesticaron el azarte»
